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Crisis y estancamiento de la economía cubana en la actualidad

Cuba y sus cifras

Las tasas de crecimiento planificadas en los últimos años, hasta el 2023, han sido bajas y además se incumplen. Todo indica que el 2024 será otro año de incumplimientos de las metas aprobadas por la Asamblea Nacional. De hecho, el último informe de la CEPAL pronostica un crecimiento de 1.3 %  del PIB para Cuba, algo menos que el 1.7 del plan aprobado.

Contrario a la mejoría que se esperaba a partir del 2024, los primeros cuatro meses del año demuestran que no puede aspirarse a que la situación económica sea positiva en lo inmediato, salvo que ocurriera una modificación brusca del entorno externo en sentido positivo. Ello resulta asimismo improbable, a pesar de los esfuerzos del presidente cubano en su visita a Rusia de este mes por mostrar la tragedia que sufre una buena parte de los cubanos.

Como hemos planteado un grupo de economistas cubanos —Ricardo Torres, Pavel Vidal, Mauricio De Miranda, Pedro Monreal, Julio Carranza, Oscar Fernández, Juan Triana y otros—, una aceleración de la recuperación económica a corto plazo depende de medidas estructurales y de estabilización que no se están acometiendo, o no se observan. En cada uno de los Consejos de ministros efectuados cada mes, únicamente se aprecian arengas u exhortaciones, pero no se anuncian medidas concretas. Todo su discurso se sostiene en la fe de que «se trabaja» en un plan de estabilización económica, del cual no se conoce aún su contenido.

En concreto, no hay signos de una «recuperación económica». Las producciones agropecuaria y manufacturera exhibieron muy pobres desempeños en el 2023, y no se aprecia en el primer trimestre del 2024 alguna información que confirme una reversión de esas tendencias. La propia crisis de oferta de bienes alimenticios producidos en el país contribuye al incremento sostenido de la inflación; entre tanto, las cifras mostradas en el 2023 dan cuenta de que el aprovechamiento de la capacidad industrial es de apenas el 35 %.

Si comparamos el 2023 respecto al 2018 —según se observa en el gráfico siguiente—, es llamativo el hecho de que en algunos renglones sensibles en la dieta del cubano, es decir en su alimentación, la caída es abismal. Tal brecha debería cubrirse con importaciones, pero al carecerse de las divisas necesarias es imposible lograrlo. Como resultado, se ha producido una reversión del consumo de la población.

Fuente: ONEI. Producción manufacturera enero-diciembre 2023. Mayo 2024. La Habana.

Ciertamente, la producción manufacturera se ha visto afectada en los últimos años por la crisis energética, pero también por otros factores de ineficiencia interna. Los envíos de petróleo desde Venezuela han venido reduciéndose desde 2017, y se calcula que el primer trimestre del 2024 el envío de barriles diarios no sobrepasó los 38 000, de un promedio de 58 000 en 2023, y de llegadas conveniadas de 110 000 barriles diarios. Ello se refleja en los cortes de electricidad en este 2024, especialmente en su segundo trimestre.

Aunque las inversiones mantienen un ligero crecimiento, continúan muy concentradas en la construcción de hoteles, aun en medio de un turismo internacional que no remonta y con baja ocupación hotelera.

Fuente: ONEI. Serie histórica. Capítulo de Turismo. La Habana.

Si bien el arribo de visitantes extranjeros mantuvo tendencia ascendente hasta marzo del 2024, estuvo por debajo de las previsiones oficiales. Se creció a un 7.5 % en marzo del presente año respecto al 2023, pero es válido recordar que es el trimestre de más alto crecimiento en el número de turistas, pues coincide con la etapa invernal en Canadá y Europa.

Fuente. Elaboración propia en base a ONEI, abril 2024.

La zafra azucarera del 2023 arrojó volúmenes inferiores si se le compara con la cosecha de 2022, y en 2024 la situación es aún peor. Sin cifras oficiales, se estima que se alcancen volúmenes por debajo de las 300 mil toneladas, lo que obligaría a aumentar la importación para sostener el consumo interno, ya muy afectado en sus entregas a la canasta básica.

Se mantienen fuertes restricciones en la oferta de energía, derivadas de la no llegada de buques petroleros a tiempo; sea por falta de pagos, de divisas y de incumplimiento del arribo de embarcaciones procedentes de destinos como Venezuela y otros. El ejemplo más fehaciente son los extensos cortes de electricidad que están sucediendo en este mes en todo el país.

El déficit fiscal aprobado por la Asamblea Nacional ha sido de un 18.5 % del PIB en 2024, lo cual es una cifra insostenible; es decir, no hay sostenibilidad financiera de las cuentas públicas. Debería ocurrir una reestructuración en los gastos del presupuesto para subsidiar empresas con perdidas, lo que conduciría al cierre de una buena parte de los centenares de empresas estatales con números rojos en su contabilidad.

Hay una variación interanual de 32.33 % en el Índice de precios al consumidor hasta abril de 2024, lo que implica un mayor incremento de precios en general.

ONEI. Índice de precios al consumidor. Base: diciembre del 2010. Cuba, abril 2024. Edición: mayo de 2024.

La tabla anterior muestra una subida exagerada del precio de los alimentos, dada la profundización de la escasez, el racionamiento, la dolarización parcial de la economía y los tipos de cambios múltiples. Si se abriera la partida de alimentos, el líder del incremento de los precios es la carne de cerdo.

En este primer cuatrimestre del 2024 se incumplen las entregas del estado a la cartilla de racionamiento, en productos esenciales como el arroz, frijoles, pollo, entre otros.

Además de los problemas económicos mencionados, los cubanos se tienen que enfrentar asimismo a la falta de efectivo en moneda nacional, pues no hay dinero en los cajeros automáticos ni en los bancos. 

Los datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), revelan el incremento de la cantidad de dinero en circulación. En 2018 había cerca de 59 000 millones de pesos en poder de la población. En 2022 tal cifra había crecido a más de 287 000 millones (4.9 veces). Actualmente, esa cantidad de dinero ya no está en los bancos, el 70 % de ella se concentra en pocas manos de la población.

La inflación de casi tres dígitos y la depreciación de la tasa de cambio informal acrecientan la necesidad de mayores volúmenes de dinero para comprar igual cantidad de bienes, de servicios y de divisas. Hoy la tasa de cambio de pesos por dólar está alrededor de los 365 pesos.

A pesar de posiciones oficiales que no favorecen a las pequeñas y medianas empresas (mipymes) —no tanto en el discurso oficial como en la burocracia intermedia que tiende a frenar su avance—, desde el decreto que permitió su creación, ya ese sector emplea al 35 % del total de trabajadores en el país.

La aprobación de empresas privadas en Cuba, conocidas como mipymes, ha crecido extraordinariamente. En septiembre del 2021 se aprobaron 35, en el 2022 esa cifra ascendió a 4574, y en el 2024 ya sobrepasan las 11 000 empresas. De ellas, las medianas empresas privadas (de hasta cien empleados) pasaron a ser más del 40 % de las existentes, aunque muchas tienen potencial para crecer más en el número de trabajadores.

Fuente: Elaboración propia en base al listado publicado por el MEP de las aprobaciones de las mipymes.

No obstante, en el nuevo marco regulatorio se mantiene un conjunto de restricciones que limitan el aporte que podría realizar una parte importante de las empresas del sector privado. A pesar de las declaraciones oficiales de garantizar un tratamiento equitativo a todos los actores de la economía, en la práctica ello no se cumple así. Por ejemplo, las mipymes estatales pueden desempeñarse en muchas más áreas que sus homólogas privadas, y se mantiene el monopolio estatal en la intermediación del comercio exterior, aunque con cierta flexibilidad, etc. (1 y 2)

En conclusión, en el pasado año y lo que va de 2024, la implementación de políticas económicas con resultados tangibles ha sido imperceptible, si no inexistente. El sector productivo estatal se encuentra en mínimos históricos desde la crisis de los noventa; a la vez que la emigración y el deterioro de indicadores sociales (salud, educación, etc.) alcanzan niveles más que alarmantes.

La peor estrategia en un escenario como el actual es el inmovilismo. Las desigualdades sociales se hacen cada día más evidentes. Existe un sector que podemos decir que es luminoso, aunque con ciertos límites, y otro más que opaco, sin salidas en el corto plazo. Ese último lo ocupan los puestos de trabajo estatales, algunos muy sensibles para la sociedad, como los de la producción de alimentos, medicamentos y los servicios a la población.

Una frase socorrida es que el 2024 viene más complejo que el 2023. En verdad ya no se ve ni siquiera el túnel, mucho menos la luz al final del mismo.

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Imagen principal: Periodismo de Barrio.