El Movimiento Revolucionario 26-7 y el 11 de Julio
El Movimiento Revolucionario 26 de Julio tomó el poder en 1959 en una espiral ascendente del proceso de la historia de Cuba. El nuevo gobierno, con el triunfo de la libertad y la puesta en práctica de las leyes de justicia social, declaró su independencia de los Estados Unidos.
En abril de 1961, el liderazgo de la Revolución y la dirección del Partido Socialista Popular, parte integrante del Movimiento Comunista Internacional, iniciaron el proceso de transición a un modelo de corte soviético.
Dicho sistema centralizaría paulatinamente el poder —del Gobierno, Partido y Fuerzas Militares— en una dictadura supuestamente del proletariado pero en realidad de un grupo de poder burocrático que condujo al retroceso de la Revolución y, con ello, a la carencia de libertad y justicia social. Tal dictadura, en seis décadas de errores y fracasos, condujo a las manifestaciones del 11 de Julio del 2021.
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En la década del cincuenta del siglo XX, con el Asalto al Cuartel Moncada, inició la primera etapa de la Revolución cubana, cuya identidad era con el proyecto inconcluso de Nación y República democrática, trabajadora y justiciera formulada por José Martí para una Época Nueva de la revolución moderna. (1)
Este ideal patriótico enardeció a la vanguardia y al pueblo para luchar contra el régimen dictatorial de Fulgencio Batista, pero una vez cumplidas las leyes del Programa de la Revolución, el liderazgo veintiseísta y el del Partido Socialista Popular, cambiaron el rumbo y se inclinaron a un sistema de tipo socialista soviético, coincidente con la ideología del marxismo-leninismo estalinista.
El proceso fue autoritario desde el principio y condujo a la construcción de un Estado poderoso, con una clase social burocrática capitalista que ha hecho crecer la pobreza de las familias y olvidado el humanismo y la justicia. Tras el derrumbe del socialismo europeo, se ha retrocedido sistemáticamente en el tema de la justicia social y se han eliminado ciertas políticas que fueron consideradas en su momento «conquistas sociales».(2)
En la década del cincuenta, la lucha contra la dictadura batistiana ocurrió de manera clandestina y guerrillera y fue liderada por un aparato político, cívico, militar portador de una estrategia y táctica de lucha armada y huelga general política, o viceversa, que atrajo a instituciones cívicas de profesionales, femeninas y religiosas a incorporarse.
En el 2021 el enfrentamiento ha sido diferente. Miles de personas salieron desarmadas a las calles en decenas de ciudades, con olas de protestas contra la pandemia, la escasez; el racionamiento de alimentos, medicamentos, atención médica y las restricciones a la libertad de expresión y de reunión. Centenares de personas resultaron arrestadas, entre ellos, menores de edad, hombres y mujeres que recibieron golpizas y diversas formas de violencia física y psicológica.
La Tarea Ordenamiento aceleró una crisis de carácter estructural. Su diseñador, Marino Murillo, viajó durante diez años por diferentes países para estudiar experiencias y elaborar el modelo apropiado, que resultó un total fracaso. Su castigo fue pasar de un cargo político de primer nivel a un cargo empresarial de primer nivel. Sin embargo, los cubanos que sufrieron las consecuencias negativas de su puesta en práctica, no recibieron indemnización alguna ni el gobierno ha dado una explicación profunda o hecho una reevaluación del asunto.
En estos momentos, el Gobierno y el Partido Comunista han apostado por un nuevo acercamiento con Rusia, incluso aceptando un asesor para las reformas que deben realizarse. De nuevo volvemos a la dependencia, antes fue de la Unión Soviética y hoy del imperialismo ruso.
La Generación Revolucionaria que encabezó el movimiento de libertad y la toma del poder en 1959, partió de una conciencia histórico-social resultante de determinados grupos. Fueron personas de diferentes edades y procedencias sociales, de cuya fusión resultó una mentalidad particular. En un momento coyuntural de aquella sociedad —de crisis, transformaciones y cambios—abarcaron todas las escalas sociales y, más que por la edad, se entrelazaron por presentar semejanzas en sus actitudes e ideales, por estar ligados una comunidad de creencias y deseos. Fueron hombres y mujeres a los que la fuerza de los hechos les impuso un programa colectivo. Sería útil recordar aquella experiencia en una época diferente.(3)
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El 11 de Julio no se planteó la toma del poder, solo fue un movimiento de libertad por el camino de las reformas. A pesar de ello, mientras los presos de mi generación en cárceles batistianas salieron en amnistía apenas quince meses después del asalto al Cuartel Moncada, dos años después de las manifestaciones populares del verano de 2021 aún están privadas de libertad cientos de personas, muchas de ellas jóvenes.
En el acontecer de mis ocho décadas resididas en Cuba, de una vida llena de aciertos y errores, he dejado escritas mis memorias, aún inéditas, como combatiente y dirigente del MR 26 de Julio en las provincias de Las Villas, Matanzas y La Habana, y la manera en que organizamos y estructuramos diferentes sectores sociales.(4)
Hoy se cumple el setenta aniversario del Ataque al Cuartel Moncada y no puedo menos que reflexionar en la experiencia de articulación que viví en aquella etapa, que sería pertinente considerar en esta nueva circunstancia, sin que tenga que contemplarse un proceso violento.
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Imagen principal: Protestas populares del 11 de julio de 2021 frente al Capitolio de La Habana. (Foto: Yamil Lage/AFP vía Getty Images)
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(1) Ver de la autora el ensayo Memoria e Identidad un estudio específico (1952-1958). Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1996. El concepto en p. 1, Nota 1.
(2) Ver de la autora: «Mujer y Revolución: Continuidad generacional», en revista Verde Olivo; y «¿Continuidad o ruptura? Testimonio de una revolucionaria», en La Joven Cuba, 2 de marzo del 2022. Ver también de Alina López: «La justicia Social en Cuba: Muerte en tres tiempos», La Joven Cuba, 16 de enero de 2023.
(3) La definición del concepto es de la autora. Ver su libro Confrontación, debate historiográfico, Editorial Requeijo S.A. La Habana, 2005.
(4) Entre Siglos, memorias de Gladys Marel García Pérez, Inédito. Ver en Archivo de la autora y en Archivo del profesor Louis Pérez Jr, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.