Cuba: ¿hasta dónde llegan los tentáculos de la censura?
Debemos romper con los prejuicios ideológicos y las simpatías irracionales para poner nuestra descarnada realidad ante el mundo. Toca llamar a las cosas por su nombre. Esto no significa que tendremos apoyo externo, pero si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?