Hija soltera
Quienes cuidamos ancianos estamos solos, muy solos… Nadie elige, por ejemplo, la demencia de los padres. Ni la fractura de cadera que en minutos te cambia la vida, te estremece y sacude.
Quienes cuidamos ancianos estamos solos, muy solos… Nadie elige, por ejemplo, la demencia de los padres. Ni la fractura de cadera que en minutos te cambia la vida, te estremece y sacude.