Lo esencial no es tan invisible a los ojos
Cuando el jugador de algún equipo comete constantes errores va a ser abucheado por todo el público, porque de él se espera un esfuerzo «con resultados» y no solo su mejor esfuerzo. Hace mucho que el gobierno ha perdido la capacidad de conectar hasta un oportuno toque de bola, y cuando eso sucede, hasta en la liga de beisbol más mala del mundo, lo que toca es el banco.