La ruta

—¿Sabes algo de la 37?

—Sale de la Terminal de Lawton y cruza el túnel de Línea para rendir viaje.

—No te pregunto por el recorrido, sino si hay pruebas de su existencia.

—No me creas, pero hay propuestas para, en la próxima Semana de la Cultura de Diez de Octubre, declararla Patrimonio Inmaterial de la Comunidad. Los avistamientos han sido pocos y contradictorios: algunos la sitúan con dos frecuencias diarias, y otros, menos optimistas, dicen que solo puede cogerse en horas de la madrugada, en compañía de trasnochadores de bares y cantinas o de ciertos individuos que persisten en revitalizar la guardia obrera.

—Guardia que debía haber impedido que se apedreara el otro día una 23. Yo nunca la cojo, pero sé de paraderos en que un mismo ómnibus cubre varias rutas. Sería muy triste que a mi 37 le tiraran un cambolo en la calle Galiano.

—Es tal la escasez de ómnibus en los paraderos, que ya la gente ni espera en donde rinden viaje, pues no se sabe, por ejemplo, si la 174, después de terminar en el Vedado, prosigue hacia Jaimanitas para concluir más tarde su recorrido quién quita si en Caimito.

—Yo abrigo esperanzas en la III Feria Internacional de Transporte y Logística, que según la prensa comenzó con un llamado a la acción hecho por el ministro del Transporte: «No estamos aquí solo para hablar de problemas, sino para encontrar soluciones concretas que transformen nuestro sistema de transporte».

—¿Habló de algún problema?

—Mencionó entre los retos de esta edición los de «atraer financiamiento para el desarrollo de la infraestructura del transporte, potenciar la inversión extranjera, modernizar la industria nacional, estimular y diversificar la exportación de bienes y servicios, mejorar el empeño logístico del país y contribuir como objetivo primordial al transporte público de pasajeros».

—Da por sentada la existencia del transporte público de pasajeros, así que es de esperar que todavía haya guaguas.

—Pero no dice nada del combustible.

—Calcula la cantidad de gasolina que conlleva trasladar al presidente y su clan en visitas a los municipios. No debe haber problemas con las importaciones cuando no se ha suspendido ninguna.

—Eso no prueba nada. Ellos pueden «Viajar al futuro», como dice Rodríguez Dávila.

—Todo el mundo puede cuando se trata de aseguramiento político. No habrá transporte para dirigirnos al centro de trabajo o para desconectar del tedio que significa asistir al trabajo, pero sí para asegurar marchas, mítines y actos en apoyo a pueblos que solo están un tin peor que nosotros.

—Leí sobre un grupo de pioneros que se llegó a las áreas de una cooperativa de créditos y servicios para entre todos sembrar dos árboles maderables, uno de roble rojo y otro de roble blanco, en saludo al aniversario de los pioneros y de la UJC. Ve contando: una guagua. Si le sumas que se encontraban presentes la primera secretaria del Comité Municipal del Partido, el presidente de la Asamblea del Poder Popular, el primer secretario de la UJC, el intendente, y la presidenta de la organización de pioneros, son entonces cinco carros gastando el combustible que no hay para que se mueva la plebe.

—Y aun así abrigas esperanzas…

—Cómo no voy a tenerlas, si el primer ministro, Marrero Cruz, en declaraciones a la prensa, expresó que en materia de transporte, como parte de la estrategia del país, y a pesar de la compleja situación, «Cuba sigue abierta al mundo».

—Por la puerta de atrás.

—Por la que sea, con tal de que algún día no tengamos que pagar doscientos pesos por movernos de Santos Suárez al Vedado.

—Significativo que el ministro de Transporte declare que «el transporte público, el de las mayorías, es el que más deprimido se encuentra, porque no hemos tenido la capacidad de financiar las inversiones de las piezas de repuesto para su mantenimiento». Eso de «las mayorías» es aceptación explícita de que existe una «minoría» que no tiene que caminar hacia el fondo, y no creo que sea la que se monta en almendrones.

—No hables mal de ese hombre, creo que es el único ministro que me cae medianamente bien. Puede vanagloriarse de que, gracias al Fondo para el Desarrollo del Transporte Público, la feria permitió avanzar en proyectos como la reparación de ciento setenta ómnibus, cuarenta articulados y los demás rígidos, para el transporte de la capital, y la fabricación de vehículos fúnebres eléctricos para atender esa necesidad en el país.

—Los vehículos fúnebres debían convoyarse a cada viaje de las pocas guaguas que quedan, para que recojan los muertos que dejen a su paso.

—No te pongas rígido. Articúlate a lo que hace el Gobierno por mejorar la movilidad.

—Nadie niega que «Cuba traza la ruta hacia un transporte moderno y sostenible».

—¿Cuál ruta? ¿La 37?

***

Caricatura: Wimar Verdecia / CXC.

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