Tentación

—Con su permiso, jefe. Vengo a informarle que el operativo está listo. Tengo a mi disposición a cien hombres bien armados, preparados en enfrentamiento artillero y lucha cuerpo a cuerpo, listos para permanecer despiertos por espacio de setenta y dos horas. Los he mandado a construir trincheras en un segmento superior a los mil metros a derecha e izquierda del punto de la Vía Blanca por usted indicado. Ya se hizo la coordinación con Tropas Guardafronteras por si ocurre un desembarco, y en el aeropuerto de Varadero están las condiciones creadas para el aterrizaje y despegue de los cazas que necesitemos para defendernos de una posible incursión aérea.

—Se ha tomado muy a pecho el calificativo de Peligro Nivel 1 que le di a mi correo militar, y me gusta la disposición combativa demostrada por «la mejor policía del mundo en todos los aspectos». Pero, por ahora, no creo sea necesario tal despliegue. Acaban de informarme que nuestro objetivo será detener a dos mujeres que se dirigen a la capital y solo portan un pepino de agua y sendos panes con croquetas.

—¿Regreso entonces a posición 1?

—Para nada. Están bien preparadas y puede presumirse cualquier cosa de su comportamiento sospechoso.

—¿Agentes de la CIA?

—Si Langley no las ha reclutado, poco falta para hacerlo. Les ha dado por pararse todos los meses en manifestación pacífica ante el monumento a Martí del Parque de la Libertad de Matanzas. Hemos hecho análisis de la hierba que rodea la cerca perimetral y al parecer no estamos en presencia de guerra bacteriológica, pero mejor no fiarnos. Ya en La Habana quedan pocos parques con vegetación, y ello puede ser producto de su labor de zapa.

—Las neutralizaremos mientras intentan abandonar la Atenas de Cuba.

—No. Hay que dejarlas avanzar hasta los límites provinciales, para que tengan que pagarle al chofer de todas formas. Eso sí: el Consejo de Defensa de la capital ha insistido en que allá no las quieren, no las necesitan.

—Pierda cuidado, no pasarán de Bacunayagua. Solicitaremos la identificación a las susodichas como si no supiéramos de quiénes se trata.

—Hablas en plural. ¿Se las pedirán a coro?

—Cuento con una agente que se basta por sí sola. Maneja algunas artes marciales, pero su especialidad es el judo. Estará muy feliz de realizarse. Vive muy deprimida desde que no pudo clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

—Que no olvide «esa honrosa y noble tradición de no acudir a la violencia física jamás, de no acudir a la tortura jamás».

—Qué pena, está embulladísima.

—La frase es del Comandante. Que la lleve presente para el juicio, cuando tenga que demostrar que la agredida fue ella y hubo atentado.

—¿Atentado? ¡Son un peligro esas dos!

—«Ha tentado». Jurídicamente hablando, quise apuntar que nuestra agente no podrá vencer la tentación de reducirlas mediante el uso de una de sus técnicas.

—Claro. «No es el policía que golpea, no es el policía que abusa, no es el hombre que anda haciendo un uso excesivo de su autoridad. ¡No!».

—Es la mujer. ¿Y qué? ¿Vas a venirme con discriminación de género y blandenguería?

—La frase es de Fidel. Me la enseñaron en la Academia.

—Soy de otro plan de estudios, pero tengo en el puesto de mando un afiche que dice bien claro lo que afirmó sobre nosotros: «Ustedes tienen una función muy importante, tienen una función decisiva, porque de ustedes depende el orden interno, y si perdiéramos la batalla del orden interno lo estaríamos perdiendo todo». Esta de hoy es una de esas batallas. No podemos dejar que un par de delincuentes ensucien el Parque Central de La Habana.

—Será la palabra de ambas contra la de la Policía.

—Exacto. «Nosotros podemos decir que podrá haber policía en otros países tan honrada como la nuestra, pero que no podrá haber en ninguna parte un personal más honesto que el personal que integra a nuestros funcionarios de orden público».

—Gracioso eso, mi jefe.

—No es un chiste, sino otra sentencia del Comandante. Si no desea complicarse más, márchese y ejecute.

—Con respeto a quien lo ordena: ¿habrá que llegar a tanto?

***

Caricatura: Wimar Verdecia / CXC.

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