Conflicto Cubano. Impacto Político y Monetización

El viajero curioso regresó al Kilómetro Cero una tarde en la que el sol iluminaba el mármol con destellos dorados. Desde aquel día en que entendió que Cuba necesitaba un relato compartido para reconstruirse en torno al simbolismo del KM CERO, su mente no había dejado de explorar las conexiones invisibles entre la isla, su diáspora y el mundo.

Frente a la imponente Estatua de la República, el viajero reflexionó sobre algo que el Capitolio parecía susurrar: «El conflicto cubano no solo es un problema; es un negocio». Era un negocio peculiar, pensó. Al mismo tiempo que impactaba profundamente en la sociedad cubana, producía beneficios tangibles e intangibles para diversos actores: votos en Miami, justificaciones en La Habana, causas para ONGs, y material inagotable para académicos y periodistas.

Votos en Miami: El Conflicto como Estrategia Electoral

El viento sopló con fuerza, como si quisiera transportarlo a las calles de Miami. El viajero cerró los ojos y pudo imaginar la ciudad: una explosión de banderas cubanas, discursos apasionados y un ecosistema digital en constante ebullición.

«En Miami —pensó— el conflicto cubano es un motor electoral. Los políticos locales, especialmente en Florida, han construido sus carreras sobre los excesos de la élite de La Habana. Promesas de sanciones más severas, declaraciones de apoyo a la libertad en Cuba, cada palabra encendida es un voto asegurado».

El viajero visualizó a los influencers y creadores de contenido que usaban el conflicto como tema central en sus redes sociales. «Cada video, cada post, se convierte en likes y engagement. No solo son discursos; son inversiones en la economía de la atención. Un ciclo perpetuo que genera ingresos publicitarios y refuerza narrativas».

Justificaciones en La Habana: El Conflicto como Pilar del Poder

El viento cambió de dirección y el viajero se encontró de nuevo frente al Capitolio. Observó su cúpula majestuosa y pensó en los pasillos del Palacio de la Revolución. Allí, el conflicto era algo más que una realidad; era una estrategia.

«En La Habana, el conflicto justifica el control —reflexionó. El embargo estadounidense es el villano ideal. Es la excusa que explica desde la escasez de alimentos hasta las restricciones a las libertades civiles. Todo se conecta al embargo y el régimen utiliza esta narrativa para mantener su posición».

El viajero recordó las colas interminables y las historias de frustración que había escuchado durante sus viajes por la isla. «Es un negocio de justificaciones —pensó con tristeza. Mientras las condiciones internas empeoran, el discurso de resistencia consolida el poder y perpetúa el control del Estado oligárquico».

Causas para ONG: El Conflicto como Motor de Movilización

El viento trajo consigo murmullos de reuniones y campañas globales. El viajero pensó en las organizaciones no gubernamentales que dedicaban su trabajo al tema cubano.

«Para las ONG —reflexionó— el conflicto es una causa movilizadora. Los derechos humanos, la migración y la ayuda humanitaria son temas que atraen la atención internacional. Cada crisis genera nuevas oportunidades para recaudar fondos y captar el interés mediático».

Se imaginó a sí mismo leyendo informes en foros internacionales, donde las voces de estas organizaciones denunciaban abusos y proponían soluciones. «Su trabajo es vital, pero también alimenta un sistema donde el conflicto parece no tener fin. Cada campaña asegura recursos, pero también perpetúa el ciclo».

Temas para Académicos y Periodistas: Una Narrativa Inagotable

El viajero recordó a un periodista que había conocido. «Cuba es un tema que nunca se agota», le había dicho. Y era cierto.

«Académicos y periodistas encuentran en este conflicto una mina de historias, —pensó el viajero. Desde análisis sobre las sanciones hasta estudios sobre la diáspora, cada nuevo evento genera libros, artículos y documentales. Pero ¿buscamos soluciones o simplemente narramos el conflicto?».

El viajero sintió una inquietud creciente. «Es como si el conflicto fuera una rueda que todos empujan, pero que nadie quiere detener. Un negocio que ofrece beneficios para todos, excepto para los más vulnerables».

El Kilómetro Cero: Un Lugar para Replantear

De pie frente al Kilómetro Cero, el viajero se inclinó sobre el mármol liso y observó su propio reflejo. «Miami, La Habana, las ONG, los académicos… Todos tienen un papel en este mercado del conflicto. Pero ¿y los cubanos comunes? ¿Dónde quedan sus voces?».

El viajero levantó la mirada hacia la cúpula del Capitolio y dejó escapar un suspiro. «Tal vez el problema no sea el mercado en sí, sino cómo lo entendemos. ¿Qué pasaría si dejáramos de comerciar con el conflicto y comenzáramos a construir soluciones? ¿Y si aprendemos de otros ejemplos, de quienes han transformado sus desafíos en oportunidades?».

El viento pareció responderle, trayendo consigo una idea clara: «El Estado Mexicano y su diáspora en Estados Unidos enfrentaron retos similares y lograron construir puentes de democracia y derechos humanos, en lugar de levantar muros. ¿Qué podemos aprender de ellos para la Cuba transnacional?».

Oscar Visiedo

Informático cubano. Exdirector del Centro para el Intercambio Automatizado de Información (CENIAI).

https://www.facebook.com/ovisiedo?locale=es_LA
Anterior
Anterior

¿Qué nos pasó?

Siguiente
Siguiente

Cuba, el cambio y nosotros. Coordenadas para un análisis