A pesar de todo, feliz Navidad
Estimados compatriotas:
Los últimos días del año deberían estar impregnados por el espíritu festivo, más allá de la existencia o no de creencias religiosas. Sin embargo, la terrible situación que atraviesa Cuba y que nos afecta a casi todos, hace que no sean estos momentos especialmente alegres.
Miles de hogares cubanos tuvieron poco o nada para compartir en sus mesas en la cena de Nochebuena; cientos de familias pudieron estar juntas solo a través de la pantalla fría de un móvil, pues la emigración nos ha desmembrado como nunca antes en la historia; centenares de padres, esposos, hijos y abuelos sufren el dolor de estar distantes de sus seres queridos pues estos permanecen en prisión cumpliendo desmesuradas e injustas condenas políticas.
Para quienes profesan el cristianismo, la Navidad es época de esperanza y renacimiento. No obstante, objetivamente no hay evidencias de que 2024 será un mejor año para Cuba, menos aún si tenemos en cuenta los discursos vacíos y triunfalistas de la dirigencia política.
Por ello, en estos días que deberían ser festivos pero son de pena y dudas por el futuro incierto, queremos transmitirles una certeza: Cuba será mejor únicamente si los cubanos hacemos que lo sea; la esperanza solo será conquistada por ciudadanos activos y conscientes.
Aprovechemos entonces estas jornadas para meditar en torno a cuál es nuestro papel y cómo podemos contribuir a que la sociedad en que vivimos —y que, en esencia, manifiesta sobre cada uno sus bondades o carencias— sea la que queremos. No se trata de construir un país para otros, sino para nosotros.
Deseamos que encuentren de paz, amor y alegría, y que las fechas finales del año les brinden la fuerza necesaria para superar las adversidades que vendrán y sean un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, la unidad y la bondad pueden prevalecer.
Con afecto, les deseamos a todos una feliz Navidad,
Junta Directiva de CXC