Pioneros por el comunismo, ¿seremos fundamentalistas?
Imaginemos en un país donde estamos educados en la paranoia y el culto a la personalidad que este mecanismo se coluda con el miedo al Diablo, la aceptación sin reparos de un nuevo líder que es la voz de las Escrituras y una agenda antiderechos. Creo que mi preocupación se justifica.