«Eso es lo que hay»
Todo nos conduce y trata de sumergirnos en la barbarie. Y ante el reclamo, a veces tímido, de algún compatriota, se ha hecho común la frase impúdica e inaceptable de: «eso es lo que hay»; la respuesta preferida de la marginalidad que la espeta como una ocurrencia, cual si se tratara de una ingeniosidad.