¿Cuánto nos importan los presos políticos cubanos?
El dolor de los presos políticos y sus familias, es también el dolor de Cuba. ¿Se puede ser indiferente? El problema es de los cubanos, hay que leer críticamente lo que se ha hecho, examinar escollos, extraer lecciones y apretar el paso. Todo diseño de futuro para Cuba pasa por encarar el tema de los presos políticos y de conciencia: es el aquí y el ahora.

¿Los cubanos estamos utilizando nuestras experiencias para forjar un futuro mejor o seguimos atrapados en la frustración del pasado?
Si queremos salir del eterno lamento, debemos adoptar una visión pragmática. No basta con analizar el problema; debemos explorar experiencias concretas de cómo escapar del conflicto. ¿Podemos transformar el desencuentro en colaboración?