Los intelectuales, el poder o la verdad
La UNEAC simplemente defiende al poder, pues para eso fue creada. Por ello no alzó su voz para defender a José Lezama Lima, Virgilio Piñera, Heberto Padilla, Antón Arrufat, Carilda Oliver, Eduardo Heras León, Dulce María Loynaz y a tantísimos otros.
La Constitución cubana de 2019, un texto joven y viejo
La Constitución de 2019 no tuvo tiempo para acomodarse en su butacón burocrático pues tuvo que demostrar, demasiado rápido, para lo que servía. Y lo demostró: al pueblo no le sirve para casi nada; en tanto al poder le sirve para dar forma de legalidad a la dominación política.
No hay neutralidad posible cuando de una injusticia se trata
No es preciso estar de acuerdo con las opiniones de Alina Bárbara López Hernández o con las causas de quienes están presos por razones políticas para ponerse del lado de las víctimas y respetar su derecho a expresarlas sin ser reprimidos. Más que una cuestión de bandos políticos, es esta una causa de integridad, decencia y justicia.
A fin de cuentas
La normalización de mecanismos, prácticas y criterios de actuación supra legales, o que resultan inaccesibles o no auditables para los ciudadanos, ha sido ciertamente parte de la existencia de varias generaciones de cubanos y la base de una tipología abyecta de cultura política que ha pervertido nuestros valores y creencias.
Órdenes en conflicto
La existencia constitucional de la libertad no es suficiente si se impide su aplicación real y efectiva. Ese es uno de los principales dilemas que tiene ante sí la ciudadanía cubana. Es peligroso exigir nuestros derechos. Para la burocracia que nos dirige, por supuesto. Podríamos pasar, de un estado de anomia a uno de articulación cívica.